El exintérprete del astro de los Dodgers de Los Ángeles Shohei Ohtani se declaró el martes no culpable por fraude bancario y fiscal, una formalidad previo al acuerdo que ha negociado con los fiscales federales dentro de un vasto caso de apuestas deportivas.
La fiscalía asegura que Ippei Mizuhara le robó a Ohtani casi 17 millones de dólares para pagar deudas, algo que transcurrió durante varios años, y en ocasiones llegó a suplantar al pelotero japonés ante los banqueros y explotó su relación personal y profesional con la estrella.
Mizuhara llegó a un acuerdo el 5 de mayo para aceptar su culpabilidad en el que se detallaron las denuncias, y que fue anunciado por los fiscales varios días después.
Durante su audiencia de cargos el martes en una corte federal de Los Ángeles, la jueza Jean P. Rosenbluth pidió a Mizuhara que respondiera a un cargo por fraude bancario y otro por suscribir una solicitud falsa de devolución fiscal. La declaración era un paso procesal al tramitarse el caso, por más que Mizuhara ya había llegado a un acuerdo.
El abogado defensor Michael G. Freedman dijo que Mizuhara se declarará culpable más adelante. En el pasillo previo a la audiencia, el abogado de Mizuhara dijo que no iban a formular comentarios el martes.
No se permitió a la prensa ingresar a la sala principal del juzgado y debieron seguir la audiencia en otra sala.
Mizuhara se limitó a responder a las preguntas de la juez con escuetas réplicas sobre si comprendía el procedimiento.
No hay evidencia de que Ohtani participó o sabía de las apuestas de Mizuhara, y el pelotero está colaborando con los investigadores, según las autoridades.
El acuerdo para que Mizuhara se declarara culpable indica que el acusado tendrá que pagar a Ohtani una compensación por un total cercano a los 17 millones de dólares y otra de más de 1 millón de dólares al Servicio de Recaudación Interna (IRS). Los montos podrían cambiar antes de la sentencia.
El cargo de fraude bancario se sanciona con una pena máxima de 30 años de prisión federal, y el de presentación de solicitud falsa de devolución de impuestos puede castigarse hasta con tres años.
Las apuestas ganadoras de Mizuhara rebasaron los 142 millones de dólares, que depositó en su propia cuenta bancaria y no en la de Ohtani. Pero sus apuestas perdedoras rondaron los 183 millones de dólares.
Tuvo una pérdida neta de 41 millones de dólares. No habría apostado al béisbol.