Mark Kotsay comparó este momento con una Serie Mundial, aunque nunca participó en una como jugador o manager.
Kotsay trató de contener las lágrimas, al igual que muchos otros el jueves, cuando los Atléticos de Oakland se despidieron emotivamente de su amado Coliseum al que han llamado hogar desde 1968, con todas sus peculiaridades como los problemas de plomería y las zarigüeyas en el campo, además de los gatos callejeros que vivían en el lugar y que inspiraron a Tony La Russa, miembro del Salón de la Fama, a formar parte de la Fundación de Rescate Animal.
Los Atléticos vencieron a los Rangers de Texas 3-2 y Kotsay tomó el micrófono después para agradecer a una multitud de 46.889 personas antes de encabezar un último cántico de ”¡Vamos Oakland!”
El antesalista Max Schuemann tomó una enorme bandera de los Atléticos y corrió enarbolándola por todo el campo, deteniéndose para ondearla frente a diferentes secciones.