El entrenador Steve Kerr sorprendió a todos al dejar la responsabilidad de dirigir a los propios jugadores de Warriors la estrategia del partido que ganaron con facilidad por 129-83 a los Suns de Phoenix, después que el base, Stephen Curry, aportara 22 puntos como líder encestador.
Kerr, con estrategia para que los jugadores tuvieran más interés en los tiempos muertos, dejó que se fueran rotando para estableciesen la estrategia a seguir en el partido.
Sin ningún tipo de presión y ante un rival muy inferior, los actuales campeones de liga tuvieron en el ala-pívot Draymond Green y en el escolta Andre Iguodala como los jugadores que más trabajaron durante los descansos con el resto de sus compañeros.
Al margen de la iniciativa original de Kerr, el partido no tuvo más historia que comprobar la superioridad del equipo con la mejor marca de la liga (44-13) frente a el peor (10-40), al ser el primero que llegó a las 40 derrotas.
Junto a Curry, que también aportó nueve rebotes y siete asistencias, otros cuatro jugadores tuvieron números de dos dígitos, incluido Omri Casspi que dio un doble-doble de 19 puntos y 10 rebotes defensivos.
Mientras que el alero estrella, Kevin Durant, llegó a los 17 tantos y el escolta Klay Thompson y el reserva Nick Young aportaron 16 cada uno que les dio a los Warriors la duodécima victoria consecutiva en las series ante los Suns, la mejor contra cualquier equipo de la NBA.