Cuando se desató la pandemia en México, el presidente de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) Sergio Ganem tuvo que asistir a terapias de psicoanálisis debido a la presión que recaía sobre sus hombros al tener que unir cada pieza del rompecabezas de una temporada fracturada por el coronavirus. La liga determinó celebrar su campaña con un calendario exprés y sin público pero no dentro de una burbuja controlada como ocurrió en la NBA.
La LNBP creó un manual de procedimientos para poder realizar sus juegos en un lapso de tan solo un mes y 21 días, con tal de salvar al menos un poco, las finanzas de los 12 equipos que participarán a partir de este 10 de septiembre en el Sui generis torneo. Al ser la primera liga de Latinoamérica en atreverse a jugar en plena pandemia, los ojos del continente estarán al pendiente de su desarrollo, cuyo éxito dependerá de seguir a rajatabla sus propios lineamientos.
“Donde abunda la crisis sobreabunda la oportunidad y las oportunidades deben tomarse o se pasan, aunque ante la crisis los ojos del mundo estén sobre nosotros. O nos sale muy bien el tiro o nos sale muy mal, como en otros lados donde se salió de control, no quiero que nos pase. Estamos con un desgaste emocional muy fuerte alrededor de la liga, todos andamos estresados pero vamos hacia delante, hacer más de lo que hicimos es humanamente imposible”, dijo Ganem en la presentación de la temporada 2020.
“Teníamos que hacer una burbuja tipo NBA y no creo que para el mercado mexicano eso hubiera funcionado. Pero estoy muy emocionado porque empiece, pero más porque termine porque liberaremos un estrés muy fuerte que tenemos. Confío en el trabajo y al final del día nos vamos a sentir muy orgullosos de lo que está pasando, hay muchísimos millones de pesos en la mesa que tuvimos que sacar para salir adelante”, agregó.
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Actualmente se han suscitado solo cuatro casos positivos por COVID-19 dentro de los 12 clubes, mismos que han sido tratados conforme a los protocolos. Y aunque la posibilidad de abrir paulatinamente los gimnasios en caso de que evolucione favorablemente la disminución del virus, por lo pronto, la temporada está pensada para celebrarse a puertas cerradas para evitar una catástrofe.
“A menos que sea una situación fuera de contexto (se cancelaría). Son aproximadamente entre jugadores y entrenadores, unas 270 personas en la liga, más personal operativo, árbitros, unos 450. Si la mitad se infecta, es un botón rojo que apretar y decir ‘se acabó’, pero con los cuidados y pruebas que estamos haciendo, veo muy difícil más no imposible que pasara en una temporada de mes y 21 días. En futbol son casi cinco meses y ya traen más de 200 infectados”, explicó el dirigente. “Hay protocolo con gente, con poquita, con 100% pero yo personalmente creo que no debemos permitir público la temporada”.