La hora de comenzar a evaluar los efectos económicos que dejará la pandemia por coronavirus al deporte profesional y universitario de Estados Unidos ya llegó a la NBA, que comienza a tener sobre la mesa los primeros informes que indican unas perdidas de más de mil millones de dólares, si al final no se acaba la temporada regular ni se juegan los playoffs.
Ante esta realidad, unida a la crisis con China, el comisionado de la NBA, Adam Silver, se encuentra ante el mayor reto económico al que se podría enfrentar y que con toda seguridad ya va a significar una reducción considerable en el próximo tope salarial.
Silver ya admitió el pasado mes de febrero, durante el Fin de Semana de las Estrellas, que la crisis generada con China por el tuit que envió el gerente general de los Rockets de Houston, Daryl Morey, en apoyo de los manifestantes de Hong Kong, iba a costarle a su organización la perdida de entre 300 y 400 millones de dólares de ingresos. Ahora, la situación será aún más crítica.
Por primera, una liga que durante la pasada década ha tenido una prosperidad histórica, la combinación de la controversia de Hong Kong y la crisis del coronavirus la enfrenta a un desafío financiero sin precedentes y totalmente inesperado.
Solamente durante los pasados 35 años, el tope salarial, que va unido a los ingresos que obtiene la liga, ha declinado por dos veces, pero nunca por debajo de los 2,5 millones de dólares.
Mientras que durante el mandato de Silver, que llegó al cargo el 1 de febrero del 2014, se ha destacado por el importante crecimiento económico de la NBA al pasar de 58 millones de dólares, que tenía el tope salarial cuando fue nombrado comisionado, a 109 millones en la presente temporada, gracias a los multimillonarios contratos televisivos que fueron firmados.
La liga también generó unos ingresos de ocho mil millones de dólares anuales, el doble de los que se daban hace una década.
Es imposible medir el impacto económico preciso de la temporada suspendida de la NBA, pero los ejecutivos de los equipos ya tienen sobre su mesa un informe en el que se muestra que el daño causado por ambas crisis podría alcanzar los 40 millones de dólares por club, o más de mil 200 millones de dólares, si al final tampoco se juegan los playoffs.
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