La exestrella de la NBA, LaMarcus Aldridge, aseguró que está luchando en su vida posterior al basquetbol profesional y admitió que ha estado deprimido desde que se retiró abruptamente debido a una condición de salud.
Aldridge, de 35 años, se alejó del deporte en abril después de un problema de salud que afectó su corazón tras un juego contra Los Angeles Lakers.
Y es que el siete veces All-Star jugó toda su carrera de 15 años con el síndrome de Wolff-Parkinson-White, que provoca un latido cardíaco acelerado. Aldridge dijo que se enteró de la afección en 2006, pero pudo jugar una década y media sin problemas importantes. Sin embargo, después de su "noche de miedo" contra los Lakers, se dio cuenta de que era hora de retirarse.
"Mi corazón latía diferente o tan extraño como nunca antes. Nunca experimenté lo lento, rápido... fue una locura cómo iba esa noche", dijo Aldridge a Shams Charania del Athletic.
"Básicamente, esa noche estando tan asustado, y sabiendo que tengo hijos, mi mamá, mucha gente que depende de mí y mucha gente que quiero ver en el futuro, sentí que fui bendecido por Dios al jugar 15 años con esta condición, y no quería presionar más", añadió.
Aldridge reveló que ha tenido dificultades para adaptarse a la vida lejos del baloncesto, lo que ha afectado su salud mental.
"He estado deprimido y estoy tratando de encontrar la manera de navegar sin competir en la cancha, aprendiendo a no estar deprimido", señaló el exbasquetbolista.