La 95th Avenue de Oakland, California, está a solo unas cuadras de la Bahía de San Leandro. Un barrio latino y el mar fueron el escenario en el que Juan Toscano Anderson se desarrolló en la infancia y —quizás— la razón por la que encuentra en la playa y el futbol algunas de sus más profundas pasiones y donde se cimientan las raíces que cuentan la historia del quinto mexicano que juega en la NBA por amor y no por el dinero.
La madre de Juan es originaria de Michoacán, mientras que su padre nació en Puerto Rico y aunque el ahora jugador de los Warriors creció en Estados Unidos, su sangre lo llamó al otro lado de la frontera. Es por eso que en cada oportunidad presume la bandera y trata de enaltecer a México, porque además de estar cada partido a prueba debido al contrato two-way —que permite a los equipos extender su plantilla con basquetbolistas que alternan con la G-League—, también se siente con la responsabilidad de poner en alto el nombre del país que representa.
"Mi vida se cambió en todo (cuando llegó a Golden State). Obvio estoy ganando más dinero, pero hay más responsabilidad por ser buena imagen del basquet en México y ser un líder de la selección. El trabajo fue muy difícil para llegar a NBA pero es más difícil quedarse en la NBA, yo pienso que es enfocarme en trabajar más, hay más que ganar, hay más por hacer", dice el alero de 27 años en videollamada.
"Estoy en la mejor liga del mundo y con eso soy leyenda en México, uno de los cinco que han jugado NBA, eso es más importante para mí que ganar 2 millones de dólares o algo así. Tengo una responsabilidad, saludos a Gustavo (Ayón) Horacio (Llamas), Eduardo (Nájera) y Jorge (Gutiérrez) que llegaron antes que yo a la NBA, pero ahora es mi momento para ser el líder y llevar al país y ponerlo en el Top", agrega.
Toscano ha derramado litros de sudor, toneladas de frustraciones y sinsabores para tener al corte de mitad de temporada promediar 5.8 puntos por partido esta temporada, 4.5 rebotes y 2.2 asistencias en 23 juegos, con un porcentaje de efectividad de 54.4 en sus tiros de campo y 42.9% en sus triples. Siendo la última cifra la que más poderosamente llama la atención, pues desnuda lo que ha sido su evolución ofensiva con Steve Kerr como mentor y Stephen Curry a su costado, dos de los mejores tiradores de la historia.
"Obvio quiero anotar más, pero solo quiero seguir mejorando mi tiro, ganar la confianza de Kerr y el staff. Pero quiero subir mis números para mí, egoístamente creo que estoy ayudando al equipo si subo mis números y ser clave para este equipo para avanzar a Playoffs", asegura Toscano y confiesa la razón por la que encajó en el vestidor.
"Con Curry y Green, solo llego al gimnasio sin ego. Soy Juan, no puedo cambiar y siempre seré Juan. Pueden ver que soy una persona real y no cambio por dinero o ser famoso, ellos respetan eso y ellos son súper estrellas pero igual son personas reales, hay mucho respeto", sentencia Toscano.