Las gradas del Rose Bowl el sábado, para el partido contra el Tri, serán abarrotadas por aficionados mexicanos; lucirá como una sucursal del Estadio Azteca y de eso está consciente Kyle Beckerman, mediocampista de la selección estadounidense.
“El estadio va a tener un alto porcentaje de aficionados mexicanos en la tribuna, pero eso es algo que no podemos controlar; debemos meternos en la mente que será como jugar en el Estadios Azteca, porque será algo similar”, mencionó el futbolista del Real Salt Lake.
Beckerman sentenció que enfrentar al conjunto azteca los motiva demasiado, pues la rivalidad que hay entre los dos equipos hace que el duelo tenga un sabor especial.
“Jugar contra México es muy motivante porque es nuestro gran rival de la Concacaf, y con un trofeo de por medio, entonces hace todavía más atractivo el juego.
“Este no es un partido amistoso, está en juego un pase a la Confederaciones y por eso la preparación tiene que ser muy similar a la de cuando nos vemos en las Eliminatorias o en la Copa Oro”, subrayó.
