Además de tener que lidiar con la derrota contra Honduras en el cierre del Hexagonal y tres goles en contra, Guillermo Ochoa dejó el Estadio Olímpico de San Pedro Sula con una leve lesión cervical derivada de la jugada en la que cometió de forma fortuita un autogol.
El arquero del Tricolor incluso tuvo que usar un collarín o cuello ortopédico y será valorado de forma más precisa por su club al llegar a Bélgica. Por lo pronto, fue una medida de precaución.
La acción se produjo en la parte inicial del segundo tiempo, tras un disparo potente de Eddie Hernández dentro del área que dio en el horizontal y en el rebote brusco, el esférico impactó la cabeza de Paco Memo para posteriormente anidarse en el arco.