México y Estados Unidos estrenarán, en el Rose Bowl de Pasadena, la denominada Copa Concacaf en busca de un boleto a la Confederaciones de Rusia 2017. El ganador, además de dejar intacto el orgullo en lo que ya se considera un Clásico de la zona, también se hará acreedor a un trofeo especial.
Fue en 2013 cuando la Concacaf anunció un cambio de formato para clasificar a la Confederaciones, pues antes de este periodo, los equipos obtenían su pase con tan sólo levantar la corona de una sola edición de Copa Oro (como sucedió a México en el 2011 y 2003) y en la siguiente no había nada en juego más que la honra.
De esta manera, se anunció que se jugaría una Final entre el Campeón de la Copa Oro 2013 (que fue Estados Unidos) y el de la Copa Oro 2015 (que fue México). En caso de que hubiera existido un Bicampeón, éste habría calificado automáticamente a la Confederaciones de Rusia 2017.
“Este nuevo formato de Playoff de la Copa Oro era quizás un ajuste que se requería para arreglar la joya de la corona de las competencias de selecciones nacionales”, manifestó en 2013 el entonces presidente del organismo, Jeffrey Webb.
Si empatan en el tiempo regular, deberán disputarse tiempos extras y, si persiste la igualada, el boleto tendrá que definirse desde los once pasos. Cabe recordar que ya existe una serie de penaltis entre ambos equipos y fue para EU, en los Cuartos de Final de la Copa América de 1995.
