Hoy, todo es euforia y alegría. Pero hace unos años, Ángel Sepúlveda vivió un episodio lamentable en su carrera. El delantero jugaba para un equipo de la Tercera División llamado Mapaches de Nueva Italia, mismo que pertenecía a un grupo de narcotraficantes denominados ‘La Familia’.
En 2008, Sepúlveda, junto a sus compañeros arribaron a las instalaciones de Coapa para medirse al América, donde él y el resto del equipo fueron aprehendidos por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Ocho años después, el ‘Cuate’, como conocen al michoacano, le dio un giro completo a su carrera gracias al trabajo que realizó dentro de las canchas para crecer y llegar hasta la Selección Mexicana.
“Fue difícil, hasta llegué a pensar que se había acabado ya el futbol para mí, pero se abrieron otras puertas y las aproveché.
“Mi vida cambió mucho la verdad, son cosas que pasan a uno como futbolista y tienes que seguir trabajando para poder obtener buenos resultados”, contó a RÉCORD.
Sepúlveda apenas tuvo su primera experiencia con el Tricolor en el hostil Cuscatlán de El Salvador, pero el delantero mostró personalidad e, incluso, se estrenó como goleador con la segunda de las tres anotaciones que marcó México.
“Estoy contento, ya pasaron horas y ya asimilé lo que pasó, pero sé que esto apenas comienza, así que tenemos que seguir trabajando”, comentó el ariete.
El futbolista del Querétaro relató a RÉCORD cómo fabricó la jugada del gol a los salvadoreños: “Veo que Herrera levanta la cara y realizo el movimiento al espacio, trato de encontrar el balón para darle fuerza y se fue a las redes”.
El tanto del pasado viernes le da a Ángel un plus para volver a tener actividad el martes cuando enfrenten a Honduras.
“Debemos jugar con inteligencia, manejar el balón, no desesperarnos para poder entrarles y poder marcar goles. Siempre es importante ganar, lo de El Salvador ya fue y ahora sabemos que falta mucho aún”, dijo.