El arbitraje en Concacaf sigue mostrando grandes carencias y apenas en cinco minutos del juego entre México y Estados Unidos por el boleto a Confederaciones de 2017 perdonó un penalti claro contra el conjunto de las barras y las estrellas.
El Tri se acercaba con peligro, por la banda izquierda se envió un centro y cuando Oribe se preparaba para rematar de zurda, DaMarcus Beasley estiró la mano y cambió la trayectoria del balón.
Ya en las postrimerías del encuentro, Diego Reyes ingresó al área por la derecha e intentó picar el esférico ante la marca de Matt Besler, pero éste tapó la trayectoria del balón con la mano y el zaguero mexicano pidió penalti; sin embargo, el silbante nuevamente se quedó sin marcar.