Modric sobresalió en el futbol a pesar de las dificultades de la guerra

Luka Modric, durante un juego con Croacia
Luka Modric, durante un juego con Croacia
|
EFE
REDACCIÓN RÉCORD
| 10 Jul, 2018

Después de la dura infancia que vivió, lo que Luka Modric vive dentro de un campo de juego no es nada. Y es que el jugador croata nació en 1985 y la Guerra de los Balcanes estalló en 1991 y duró cuatro años, periodo en el que el futbolista vivió una auténtica pesadilla.

La actual figura de la selección nacional de Croacia tenía sólo seis años cuando vivió en carne propia el horror de la guerra, pues tuvo que lidiar con que su padre partiera para enrolarse en el ejército de aquel país; atestiguó el asesinado de su abuelo a manos de las fuerzas militares serbias, y tuvo que dejar su suburbio de origen junto a su madre y hermanos para emigrar a Zadar, donde vivieron en el Hotel Kolovare que estaba destinado sólo para gente que 'huía' de la guerra. Fue ahí donde comenzó su contacto con el futbol.

La familia Modric vivió ahí por varios meses. Luka salía a jugar futbol al estacionamiento con los demás niños hospedados en el hotel; sin embargo, siempre sobresalió de los demás, al grado de que con ocho años de edad estuvo a punto de jugar en el Hajduk Split, club croata, donde permaneció dos semanas, pero tras un torneo en Italia, fue descartado. Volvió a Zadar con su madre y ahí es cuando conoce a Tomislav Basic, director de la cantera del Zadar.

Luka Modric, a punto de rematar en el duelo vs Rusia

Luka Modric, a punto de rematar en el duelo vs Rusia|EFE

"Eran muy pobres. No tenían dinero para camisetas o espinilleras para Luka, así que le hice unas de madera", dijo a Marca el descubridor de Modric y quien aún tiene las espinilleras: "Las conservé porque sabía que Modric iba a llegar a ser un gran jugador".

Pasó el tiempo y Modric junto con su familia decidieron quedarse en Zaton Obrovacki a pesar de que les fue devuelta su casa de origen, y después de haber pasado por diversos clubes, en 2003 y con 16 años, lo fichó el Dinamo Zagreb, donde se convirtió en referente; sin embargo, antes de ello el fantasma de la guerra apareció de nuevo en la vida del futbolista, ya que tuvo que enrolarse en el ejército croata para cumplir con el 'servicio militar'.

"La guerra me hizo más fuerte. Fueron tiempos durísimos para mí y para mi familia. No quiero arrastrar ese tema para siempre, pero tampoco me quiero olvidar de ello. Ahora tengo la sensación de que estoy listo para cualquier cosa", compartió Luka. 

Notas Relacionadas