El héroe actual de Irán tiene nombre, apellido y es portero: Alireza Beiranvand.
El arquero persa que le atajó un penalti a Cristiano Ronaldo, y que estuvo muy cerca de dejar fuera a los portugueses del Mundial, vivió en la calle antes de ser la figura que hoy es.
Beiranvand ayudó a su padre a pastorear ganado, al pertenecer a una familia de nómadas, en la localidad de Sarabias.
El padre de Alireza detestaba que a su hijo le gustara el futbol, y en una ocasión le rasgó la ropa de juego y hasta le destrozó los guantes de portero.
El joven decidió irse a la capital iraní, Teherán, a probar suerte, pero se fue sin dinero y al principio tuvo que dormir en las calles.
Trabajó en un auto lavado, y gracias a su gran estatura fue muy bueno limpiando camionetas.
Hasta que conoció a un entrenador de un club local, de nombre Hossein Feiz, quien le dio su primera oportunidad. Más adelante ingresó a las filas del Naft Tehrán.
De ahi el camino ya fue más sencillo gracias a su calidad, llegó a la Selección Sub 23 de Irán, y en 2015, le vino su gran oportunidad con el seleccionado mayor.