Cerca, pero no lo suficiente. La Ida de los Octavos de Final de la Liga de Campeones de la CONCACAF presentó una versión dominante de Tigres ante Orlando City; mostraron una y otra vez la intención de llevarse la ventaja, pero la imprecisión a la hora de definir les hizo terminar con empate sin goles.
Los regiomontanos tuvieron de regreso a su estandarte: André-Pierre Gignac. El delantero demostró que después de su lesión volvió a las canchas en su mejor nivel y tuvo una de las primeras ocasiones más claras de peligro a favor de su equipo, pero no logró concretar e incluso estuvo a punto de salir expulsado, aunque gracias a la intervención del VAR, la tarjeta roja fue anulada.
Después de la tensión que generó la amonestación del francés, los felinos regresaron a lo suyo y prácticamente fueron los encargados de marcar el ritmo de juego. El conjunto norteamericano tuvo apenas cuatro acercamientos a la portería de Nahuel Guzmán, pero en realidad ninguna intención fue clara.
El tiempo transcurrió y el marcador no presentó cambios, sin embargo, el ingreso de Sebastián Córdova fue benéfico para el funcionamiento del equipo. El mediocampista propuso e incluso se probó con un disparo a portería, acción que fue además una de las más cercanas de abrir el marcador.
Y así, en su 63 aniversario de existencia, los universitarios se tuvieron que conformar con un desabrido empate en el que el Orlando City les cortó la favorable racha de siete partidos consecutivos marcando al menos un gol en CONCACAF, por lo que deberán definir la serie en casa ajena el próximo miércoles.
