El partido entre Pumas y Mazatlán FC fue uno de los partidos de la Jornada 9 que se tuvo que suspender luego de los actos de violencia ocurridos en La Corregidora durante el juego entre Querétaro y Atlas. Y aunque fue una noticia internacional, hubo aficionados felinos que dudaron de la suspensión del juego y a temprana hora asistieron al Estadio Olímpico Universitario para confirmarlo.
“Veníamos con toda la intención, pero no vimos gente y cuando vimos que no había afición me metí a mi correo y vi, y me enteré.
“Me acabo de enterar ahorita por la plataforma donde compré los boletos, que el partido se está postergando. Lamentablemente eso no debe ocurrir en ningún estadio, en ningún partido porque como aficionados nos afecta, al futbol le afecta, estamos muy tristes, y esperemos que podamos reanudar el partido, venir a verlos y apoyarlos como siempre”, dijo a RÉCORD el señor Armando, quien acudió a CU con su familia.
Asimismo, el aficionado auriazul, quien dijo sentirse seguro cada que asiste a un partido de Pumas como local, explicó que hasta este momento, desconoce qué ocurrirá con sus boletos, en los cuales gastó al rededor de dos mil pesos.
“Sí (se siente seguro en CU), siempre hay mucha policía, mucha vigilancia. No sé nada, lo único que decía (en la plataforma de venta) es que será reprogramado el partido, no sabemos más; compré cuatro de 400 pesos”, explicó el fanático.
Y luego de la suspensión del partido, en el Estadio Olímpico Universitario únicamente había familias completas que aprovecharon parte de las instalaciones para realizar ejercicio, actividades recreativas e incluso para pasear a sus mascotas. No había elementos de seguridad ni más aficionados de Pumas pendientes de la situación.