La lucha de poderes continúa en el seno del conjunto cementero, y con la jerarquía que le da el ser Vicespresidente de Cruz Azul, Víctor Garcés afirmó que su objetivo es 'poner mano dura' en el club asegurando que Billy Álvarez no impone la autoridad que requiere su puesto, ya que lo considera una figura “pasiva”.
“Él trae un uso y costumbre desde la administración de su padre. Sólo que Guillermo Álvarez padre fue fuerte y rígido. Billy heredó esa posición, la quiere conservar con base en un mando complaciente, tolerante y yo no. Las normas se hicieron para respetarse, y si no se respetan, tiene que haber una autoridad que las haga valer. Él es una persona pasiva, y para dirigir una empresa también se requiere la energía y la exigencia de respeto”, declaró Garcés para la revista Proceso.
Asimismo, Garcés Rojo admitió que otro de sus objetivos es tomar en cuenta la opinión de los aficionados y modificar el contrato de 3 años que hace que algunos jugadores caigan en el conformismo, además, de que el salario del próximo Director Deportivo sea menor a lo que percibía Ricardo Peláez.
“Me estoy metiendo en otro lío en el club: voy a abrirlo. La afición tendrá el derecho a opinar sobre la recontratación de un jugador mediante una encuesta. La opinión del aficionado será tomada en cuenta, tenga o no contrato el jugador. Estoy metiendo candados en los contratos de tres años; si la afición no acepta al futbolista, tendré argumentos legales para dar por concluido el compromiso”, reconoció el directivo celeste.
“No creo que ningún otro director deportivo en el futbol mexicano gane lo que él percibía (700 mil pesos mensuales). Ahora, al nuevo le vamos a generar el perfil del puesto”, agregó.
