Luis Romo se ha robado todos los reflectores de la Liga MX con sus actuaciones semana tras semana, sin embargo, lo que ofreció el sábado por la noche ante Atlas fue imponente.
El centrocampista cruzazulino dio cátedra sobre el césped del Estadio Azteca, luciéndose con un hat trick de asistencias, dos de ellas al más puro estilo del futbol europeo, mismas que hoy lo convierten en el mejor asistidor de La Máquina en el torneo, con cinco.
Pero los sorprendentes pasees de gol fueron solamente resultado de una noche mágica para el elemento celeste, que, además, tuvo un 85 por ciento de efectividad de pases.
Si bien no es la perfección, llama la atención que Romo ocupó tres posiciones distintas en el terreno de juego a lo largo de 90 minutos, lo cual cobra mucho mayor relevancia.
Mientras apoyó a la zaga central, el también seleccionado nacional acumuló cinco balones recuperados y ocho rechaces.
Además de apoyar en tareas defensivas, incrustándose como un tercer central, Romo tuvo tiempo de pegar carrera por derecha como un volante, y ocupó su ya tradicional posición de interior con llegada.
Curiosamente, cuando Romo se encargó únicamente del centro del campo, Cruz Azul cambió la cara, fue más ofensivo y el concierto de pases llegó.
Apenas culminó el partido histórico ante el Atlas, cuando Romo ya abordaba un avión rumbo a Gales para enfundarse con la camiseta del Tri, donde también está llamado a ser un nuevo referente.
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