Julio González y Ricardo Marín se robaron los reflectores los primeros instantes del partido de Ida de los Cuartos de Final entre Chivas y Pumas, pues protagonizaron un duro choque en los linderos del área universitaria.
No había pasado ni un minuto de juego cuando el Rebaño intentó sorprender con un servicio largo a Marín que el guardameta mexicano leyó de manera correcta, sin embargo, la inercia de la jugada impidió que pudieran frenarse, provocando un fuerte encontronazo.
El delantero rojiblanco fue el más afectado por el contacto, pues terminó tendido en el césped y sufrió un ligero sangrado en la nariz, por lo que tuvo que ser atendido por el cuerpo médico del equipo.
Afortunadamente, el incidente no pasó a mayores y ambos futbolista pudieron continuar jugando el compromiso sin ningún inconveniente.