Su historial en blanco en las cédulas arbitrales le ayudó. Originalmente, se había hablado de una sanción de tres o más partidos para los entrenadores de América y León; sin embargo, RÉCORD pudo saber que tras la recolección de testimonios con los silbantes presentes en la cancha y con otros más coincidieron en que Fernando Ortiz es un entrenador decente y sin ninguna antecedente, razón por la cual su suspensión fue únicamente de dos juegos.
Por lo tanto, que hayan tomado esa decisión con el Tano, terminó por beneficiar a Larcamón, técnico de León, quien en sus registros arbitrales sí cuenta con otras polémicas que pudieron ser argumento para que le dieran más partidos, no obstante, sabían que no podían juzgar la misma acción de diferente manera.
Además, otro detalle que se pudo confirmar es que el conflicto se quedó únicamente en jalones y palabras, nunca existió una agresión de mayor gravedad, motivo por el cual también la directiva azulcrema respaldó totalmente a su entrenador, con quien ya existió una charla al respecto en la cual le hicieron sentir su apoyo y ya le dieron vuelta a la página al tema.
Con el silbante Fernando Hernández fue una situación parecida a la hora de definir su castigo, pues aunque se pensaba que el juez recibiría una sanción ejemplar en la que inclusive algunos mencionaron que podría estar fuera el resto del año, para su fortuna todo terminó en 12 partidos en la congeladora debido a que la agresión no tuvo consecuencias mayores como otras que han ocurrido antes.
“Porque aunque claramente existió un golpe, no fue de la gravedad de otros que han existido (tipo cabezazo o puñetazo) que se llevarían el máximo”, confirmó una fuente con conocimiento en el tema consultada por RÉCORD.