En el verano de 2018, Guillermo Ochoa estuvo más cera que nunca de llegar a la Serie A, Nápoles, donde actualmente milita Hirving Lozano, específicamente.
Un año después, con su regreso a México con las Águilas del América, el guardameta de 34 años habló sobre la situación, confesando que el presidente del Standard de Lieja, Bruno Venanzi, fue el culpable de malograr el fichaje.
“Al final siempre estas oportunidades dependían de terceros, no estaban solamente en mis manos, sobre todo la del Nápoles. Después del Mundial de Rusia 2018 Nápoles había comprado un par de porteros, entonces se le lesiona un joven italiano, (Alex) Meret y es cuando Ancelotti había seguido de cerca a la Selección Mexicana, estaba interesado en que yo fuera, ya había decidido”, confesó Ochoa en entrevista para Futbol Total.
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“Habíamos tenido contacto con mi agente y las cosas podían avanzar. Yo estaba encantado de ir a este equipo. El presidente habló con mi agente, lo hizo viajar, estuvieron en contacto y al final el presidente del Standard fue el que no me dejó ir”.
Sin embargo, a pesar de que no sucedió, Ochoa se dice tranquilo, pues de haberse concretado, confía en que hubiera cumplido con las expectativas.
"La prioridad era yo, pero no estaba en mis manos esa decisión y eso a veces en el futbol sucede, pero me deja tranquilo porque no quedó en mí, ni en mí capacidad y lo que podía aportar. Al contrario, se dieron cuenta y es una lástima”, sentenció.