Hay que decirlo como es y como lo piensan los altos mandos de Coapa. Quizá no tenga toda la responsabilidad, pero hoy más que nunca en el seno americanista extrañan a Marchesín.
Y es que Guillermo Ochoa nomás no regresa a su mejor nivel y el cuerpo técnico ya no sabe qué más hacer, pues a pesar de que han aumentado los entrenamientos con él, ha habido charlas, ejercicios específicos, todavía no lo ven como les gustaría y dicen que ya hasta andan pensando en sentarlo si fuera necesario, porque tiene ciertos errores que les han costado puntos que al final les pueden cobrar factura.
Dicho sea de paso, Memo, por su parte, no la está pasando nada bien, tanto que está sacado de onda por no haber sido llamado para los duelos de la Selección Mexicana. Todo mal con Ochoa, que espera sea éste sólo un bache. Ojalá mi estimado Guillermo.
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Ya que ando con Memo, no puedo dejar pasar la oportunidad de contarles que en el partido, que digo partido, la cáscara en la que participaron el sábado, donde fueron aplastados por Cruz Azul, el arquero hizo un coraje de aquellos.
Guillermo Ochoa cuestionaba y recalaba a Miguel Herrera la modificación que se hizo por la banda izquierda, evidentemente el guardameta estaba molesto, y no es para menos, ya que sólo agarraba el balón cuando lo sacaba de su portería.
Y es que con la salida de Jorge Sánchez y el ingreso de Carlos Vargas la lateral se volvió una avenida para Cruz Azul, y en cada oportunidad que podía Memo alzaba las manos y gritaba:
“De este lado está entrando todo”, refiriéndose a la zona donde estaba Vargas, quien recibió regaño de todos, pues al portero se le sumó Miguel, Bruno, Paul y hasta Guido bajó en un par de ocasiones a reprender a su compañero que, me atrevo a decir, vivió una de las peores noches desde que llegó al Nido.
ESTA NOTA FUE EXTRAÍDA DE LA COLUMNA DE EL FRANCOTIRADOR
