Insostenible la permanencia de Roger Martínez en el Nido. Desde que trascendió que el colombiano solicitó a la directiva salir de la institución, se pudo saber que el jugador estuvo distante durante la concentración. A su llegada al Estadio Olímpico Benito Juárez se le pudo ver cabizbajo.
Pocas veces se le vio interactuar al atacante de las Águilas con sus compañeros en el hotel, con quien más contacto tuvo desde anoche que se informó sobre su petición de irse del club fue con su compatriota, Andrés Ibargüen, quien también es de un futuro incierto en el equipo.
A lo largo del día pocas veces fueron las que vieron al jugador fuera de su habitación y cada que lo hacía siempre fue hablando por teléfono o en constante interacción en su celular.
La directiva por su cuenta se mantiene firme en su postura de no dejar ir al futbolista si no es en venta, por lo que Roger y su representante tendrán que ceder a sus altas expectativas económicas y priorizar estar en un equipo donde el cafetalero pueda tener mayor actividad.
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