Oscar Jiménez, quien regresó a la titularidad con el cuadro americanista tras la lesión de Guillermo Ochoa, confesó lo que le ha aprendido a Paco Memo y a Agustín Marchesín, quien en un principio no era de su agrado.
“Yo no tenía el gusto de conocerlo (a Marche), cuando estaba en Santos no me caía bien como portero y ahora que lo tuve de compañero cambiaron las cosas. En cada partido quiere jugar y ganar, trae al equipo muy concentrado”, comentó TUDN.
Por otra parte, reveló que de Ochoa aprendió a manejar todas las situaciones con calma y no sentirse presionado en situaciones complicadas, además de sus grandes reflejos.
“De Memo lo que resalto es el temple que tiene, no siente la presión, la experiencia que ha ganado vale muchísimo, entonces es una persona muy sobria y tiene reflejos. Él saca las pelotas que uno piensa que van a ser goles”, finalizó.