CARLOS GOROZPE
No hay otra palabra para describir lo que ocurrió en la cancha del estadio Azteca, para Diego Novaretti, defensor al que le pegó el balón en el hombro, tiene claro que fue un "robo”, sobre todo porque no se explica cómo si el árbitro Erim Ramírez aceptó la equivocación no cambió su decisión.
"Por lo que sientes diría que es un robo, pero yo también entiendo como ser humano que tenemos errores, él después tuvo la grandeza de decir que se equivocó dentro de la cancha, pero no sé por qué no reviró la decisión, me lo dijo después, por eso uno se va molesto y muy dolido”, dijo contrariado.
Y es que aunque intento justificar al silbante calificándolo de error humano, negó que una disculpa bastara para devolverle los dos puntos que le quitó esa decisión a los Diablos Rojos del Toluca.
"Acepto la disculpa y reconozco como él reconoce que fue grande su error, y espero que como me dijo que se equivocó, lo diga ante la prensa. A nosotros como jugadores no nos queda más que seguir jugando y tratar de corregir los errores que hemos tenido. Él se equivocó, pero ojalá pueda seguir adelante porque es un buen árbitro.
Por su parte, Antonio Naelson, quien con un semblante serio aceptó que el marcador de 1-1, los dejó molestos y con impotencia de no poder finiquitar la obra.
"Sí, al final son los dos juntos, porque trabajamos toda la semana para que las cosas salgan bien y por errores de otro terminamos pagando, ya es hora de que las cosas sean equitativas. América va a seguir pesando es un equipo de nombre y a donde los lleves llega mucha gente, pero ni hablar ya sólo queda pensar en lo que viene”.