ROCÍO CEPEDA
Con playeras, banderas, cobijas y hasta cerveza para hacer más corto el extenso viaje, así fue como se prepararon decenas de aficionados de Tigres al protagonizar la primera ‘invasión’ felina del Clausura 2012.
Alrededor de las 21:00 horas, los camiones organizados por la barra Libres y Lokos y uno que otro particular, salieron con destino al Estadio Azul de la capital del país, con el propósito de ser testigos del primer juego de sus campeones frente al Cruz Azul.
Víctor y Luis Morales, provenientes del municipio de Allende, fueron de los primeros en llegar a la cita para tomar el autobús. Mientras el primero pidió permiso en su trabajo en Houston, Texas, para poder ir al juego de su equipo favorito, el otro dejó a un lado el estudio por un momento.
"Tengo una semana en Monterrey, a ver si no me corren del trabajo. Todo para estar con el campeón porque siempre los apoyamos en las malas, ahora que llegaron las buenas pues con más ganas”, expresó Víctor, quien tiene 22 años.
Como estos fanáticos, hubo otros tantos que hicieron el viaje a la Ciudad de México para buscar un boleto previo al duelo de Jornada 1 afuera del estadio, esperando que en la reventa no les hagan una mala jugada.
