ROCÍO CEPEDA
Lejos de sentirse ofendido, Carlos Salcido solo lamentó el botellazo en la cabeza recibido el sábado pasado en el Estadio Azul, argumentando lo difícil que es tener un policía con cada ciudadano, a los que solo hay que concientizarlos en temas como éste.
En charla con la prensa el mediocampista de Tigres bromeó con decirle a su agresor que debió arrojarle el proyectil más fuerte, pero negó que sea sencillo pedir más seguridad sino solo deben crear mayor respeto a quienes acuden a un partido de futbol.
"Lamentablemente pasó que bajando del autobús sentí un golpe en la cabeza. Me dicen que fue una botella, gracias a Dios no pasó nada, solo fue un ‘chichón’, pude jugar y todo salió bien.
"He visto muchísima seguridad en los estadios, mucha policía, pero lamentablemente es complicado tener un policía con un ciudadano. Es lamentable pero a veces no sabes ni qué hacer, créeme que desconozco lo que hace una institución para salvaguardar a la gente que viene al estadio”, declaró Salcido.
¿Qué le dirías a ese pseudoaficionado?
"No le diría nada, que la haya aventado más fuerte (risas). Es complicado pedir más seguridad, muchas veces fui al estadio de Chivas y que yo recuerde todos los años era ver pegado a la malla cuando llegaba el camión del contrario y nunca me pasó nada", relató Salcido.