La Selección Mexicana superó una dura prueba ante Corea del Sur que lo sorprendió en el primer tiempo, y dejó en claro que el TRI es más que un tridente.
El tricolor no tuvo su mejor tarde ante los surcoreanos, pero le bastaron cinco minutos para enderezar el partido y evitar ma segunda derrota en la era Martino.
México dominó el partido a través de la posesión del balón, pero se vio castigado por una severa falta de contundencia. Y es que en una pincelada al contraataque, los asiáticos abrieron el marcador al 19 con cabezazo de Ui-go.
Los de Martino preisonaron alto y buscaron hacer daño con la velocidad de Hirving Lozano, pero Jiménez y el resto de atacantes no estuvieron finos, y el partido se hizo pesado para los aztecas.
Sin embargo, cuando el partido se le escapaba de las manos, Orbelin Pineda vino desde el banquillo para provocar una revolución ofensiva.
Primero asistiendo a Raúl Jiménez al 66' y dos minutos más tarde hizo lo propio para que Uriel Antuna le diera la vuelta al partido.
Los surcoreanos no daban crédito a la reacción mexicana y al 69' recibieron un tercer golpe por parte de Carlos Salcedo, quien perforó las redes con un derechazo de volea dentro del área.
México se relajó y permitió que al 86' los asiáticos acortaran distancias a balón parado, pero ya era demasiado tarde.
Con esto, Gerardo Martino llegó a 18 victorias y mantiene la buena cara del TRI.