La victoria de la Selección Mexicana frente a Honduras provocó que los ánimos terminaran muy calientes, pues al finalizar la tanda de penales jugadores de ambos equipos protagonizaron un conato de bronca.
Cuando los futbolistas se dirigían hacia los vestidores, algunos de ellos se confrontaron y se hicieron de palabras, por lo que tuvieron que ser separados.
Finalmente, después de unos momentos, la situación se calmó y no pasó a mayores, aunque los hondureños se marcharon entre reclamos y un evidente enojo.
Durante todo el encuentro la intensidad estuvo a tope, algo que se vio reflejado en la cantidad de tarjetas mostradas (12 amarillas y dos rojas). Además, las decisiones arbitrales también generaron molestias, especialmente en el conjunto catracho.