Han pasado 631 días desde una de las derrotas más dolorosas para el balompié nacional: el 7-0 que le propinó Chile a la Selección Mexicana. Desde aquella tarde, el Tricolor no volvió más a la ciudad de Santa Clara, California, destino que dejó marcado a Juan Carlos Osorio de por vida.
“Fue un partido bastante extraño, cuando vimos el marcador al final muchos estábamos enojados, gritándole a los jugadores, no podíamos creer que nos hubiesen goleado así”, relató Arturo Estrada, un paisano que le tocó estar presente aquella tarde y que hoy apoya a las afueras del hotel de concentración, de cara al duelo de este viernes frente a Islandia.
Dentro de la Selección Mexicana, varios de sus integrantes recuerdan con amargura aquel encuentro. “Había caras muy largas, fueron momentos que jamás creímos pasar con la Selección. Esa noche nadie quería cenar, había un silencio atroz, como si alguien se hubiera muerto”, comentaron fuentes al interior del tricolor a RÉCORD.
“Crisis realmente sólo una vez, porque una cosa es el haber perdido con Chile en la Copa América, con el mejor equipo posible en el campo, y otra cosa muy diferente es haber perdido una Semifinal contra Alemania en Copa Confederaciones con dos bajas muy dolorosas para nosotros”, relató el director técnico a RÉCORD hace unos meses.
Los altos mandos tomaron la decisión de mantener al colombiano y hacer una reestructura que curara a México y sacara el barco a flote. Juan Carlos Osorio decidido incorporar a su cuerpo técnico al coach mental, Imanol Ibarrondo, quien sacó a los jugadores del traumático resultado y los impulsó a salir del golpe anímico.
El trabajo implementado por Ibarrondo modificó el modo de pensar de los seleccionados nacionales y los resultados positivos los acompañaron, algunas rachas se rompieron, incluso, algunos jugadores se envalentonaron y conservaron el discurso de trascender en la Copa del Mundo.
