Rafael Márquez concluye una época este sábado, cuando le diga adiós al Estadio Azteca, pues vivirá su último partido en el Coloso de Santa Úrsula en el partido de despedida frente a Escocia, vistiendo la camiseta de la Selección Mexicana.
El Káiser vivió momentos gloriosos en el recinto al sur de la Ciudad de México, que se convirtió en la fortaleza del cuadro tricolor, y en el cual vivió momentos para recordar.
Sin embargo, sus inicios no reflejan lo grande que ha sido su carrera como profesional, pues su llamado a la Selección, en 1997, se dio por una confusión del entonces técnico Bora Milutinovic, quien no supo si quería ver a Rafael Márquez o a su compañero en el Atlas, César Márquez.
Pese a este cómico momento, la carrera de Rafa estaba destinada a ser escrita con 'letras de oro;' el timonel optó por la presencia del defensor en la cancha del Estadio Azteca, donde el joven brilló, pues además de que debutó con la primera escuadra, dio una pase para gol.
El Coloso de Santa Úrsula se convertiría en un escenario de hazañas para el Káiser, pues en la Copa Confederaciones 1999, el exrojinegro sería uno de los artífices principales de la consecución del título en este torneo.
En la Final del certamen tuvieron que medirse a Brasil, selección que podría acabar con la felicidad, pero que terminó 'mordiendo el polvo', cayendo en el tiempo regular; éste se convertiría en el primer trofeo en la carrera de Márquez en la Selección Nacional.
Después de dirigirse al futbol europeo, Rafa ficharía con el Barcelona, equipo con el que tuvo un brillante paso por el Viejo Continente y que le permitió regresar al Estadio Azteca, para medirse al América.
El momento no pudo ser más que idóneo, pues el Káiser pudo despedir a uno de los futbolistas icónicos de los 90, Luis Roberto Alves 'Zague'; sin embargo, su equipo terminó cayendo frente a unas inspiradas Águilas.
Rafa Márquez regresó a la capital mexicana para disputar la Copa Oro 2003, un torneo que marcó la consecución del séptimo título para el combinado nacional.
En el partido decisivo, volverían a encontrarse con Brasil, invitado a dicha edición de este torneo, y al que terminaron venciendo después de los 90 minutos, con un gol de oro por parte de Daniel Osorno, para así concretar una victoria más para el defensor.
Ahora, este sábado, el Káiser tendrá la oportunidad de despedirse de la afición mexicana, además de que le dirá adiós a la cancha del Estadio Azteca, lugar que lo vio forjarse como estandarte de la Selección Mexicana y cerrará un ciclo en el futbol nacional.