El Paseo de la Reforma fue testigo de la unión entre el pueblo mexicano. Y es que el triunfo de la Selección Mexicana sobre Corea en lo que fue su segundo partido en la Copa del Mundo y la marcha del orgullo LGBT coincidieron a los 'pies' del Ángel de la Independencia.
Miles de personas convivieron en total armonía pese a que lo que los motivos que los llevó a congregarse en Reforma eran completamente opuestos.
Los integrantes de la marcha gay llegaron a la columna de independencia desde antes que terminara el juego del Selección Mexicana por lo que cuando los aficionados del Tricolor llegaron al lugar para celebrar la victoria, todos terminaron mezclados; sin embargo, sí hubo algunos gritos aislados de aficionados del Tri que encontraron como desafortunado 'motivo de diversión' el hecho de gritar "¡Eh pu...!" cuando tenían cerca a integrantes de la marcha multicolor, pero todo transcurrió en tranquilidad ya que los gritos fueron ignorados por las miles de personas que desfilaban del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo de la Ciudad de México.
Al final fueron al rededor de cinco horas en las que tanto aficionados de México como integrantes de la Marcha por el Orgullo Gay convivieron tranquilamente en la capital mexicana.