AGENCIAS
Sin ser espectacular, pero sí muy efectivo, Santos Laguna conquistó su cuarto título del futbol mexicano al derrotar 2-1 (global 3-2) a Monterrey, en intenso partido de vuelta de la final del Clausura 2012, celebrado en el nuevo estadio Corona TSM.
Los goles del triunfo y del campeonato fueron obra del argentino Daniel Ludueña, al minuto seis, además de Oribe Peralta, al 64. Aldo de Nigris descontó para la visita, al 78.
Con esto, el cuadro Guerrero, que rompió una racha de tres derrotas en finales, igualó a su rival en turno en el sexto sitio de los equipos más ganadores en el balompié nacional.
Consciente que en sus últimas apariciones en una final había sido el equipo que quizá buscó con mayor ímpetu y estilo futbolístico salir con el triunfo, pero que el resultado había sido adverso, ante Toluca, Monterrey y Tigres de la UANL, Santos cambió por completo esta situación y decidió ser más cauteloso, pero letal al frente.
Desde la ida ya había demostrado que no iba a arriesgar mucho y esta situación se volvió a presentar en este segundo episodio, en el que gracias a un gol tempranero pudo poner el partido donde lo quería.
Un error del ecuatoriano Walter Ayoví en la salida le permitió al colombiano Carlos Quintero robarle el balón, para quitarse a dos rivales y abrir por el centro al argentino
Daniel Ludueña, quien eludió a dos más para batir por abajo a Jonathan Orozco y poner el 1-0, al minuto seis.
Posterior al gol, y tras unos minutos en los que les costó aceptar esta desventaja, los de la "Sultana del Norte” comenzaron a tener posesión del esférico, obsequiado en parte también por el conjunto local, que decidió ceder la iniciativa, con el objetivo de aprovechar la velocidad de su aparato ofensivo, en especial de Quintero.
La paciencia fue una virtud que los visitantes tuvieron ante los pocos espacios que le permitió el rival, lo cual generó pocas ocasiones importantes sobre la meta de Oswaldo Sánchez, dado que Angel Reyna fue el hombre que más intentó desequilibrar, lejos de la sintonía del chileno Humberto Suazo, poco participativo.
Quizá la ocasión más importante para la visita se dio en un centro por derecha por parte de Severo Meza al área, donde Aldo de Nigris alcanzó a peinar el esférico, que se fue a un costado del poste.
Pese a que la actitud de los de la Comarca Lagunera era bastante timorata, más preocupados por defender la ventaja, tuvieron la posibilidad de aumentarla en un gran balón filtrado de Ludueña para Quintero, quien de media vuelta fusiló a Orozco, quien pese a que se volteó, salvó a su meta con la pierna izquierda, al minuto 33.
Consciente que necesitaba algo más en su eje de ataque para abrir el cerrojo local, Víctor Manuel Vucetich decidió los ingresos de los argentinos Neri Cardozo y César Delgado en los primeros minutos de la parte complementaria, para apabullar durante algunos momentos el área santista.
Este dominio fue completamente estéril pues, aunque por momentos metieron en su área a los de casa, nunca pudieron inquietar a Oswaldo Sánchez y esa falta de claridad fue bien aprovechada por los coahuilenses, quienes lograron aumentar su ventaja y finiquitar la serie.
En una de las pocas ocasiones en que decidieron y lograron atravesar su medio campo, Ludueña le regresó una pared a Oribe Peralta, quien con la marca del argentino José María Basanta encima alcanzó a definir con la zurda, pegado al poste derecho, para poner el 2-0, al minuto 64.
Cuando parecía todo definido, y tras una buena intervención de Sánchez a un cabezazo de De Nigris, los regiomontanos le pusieron dramatismo al partido al acortar distancias por medio del propio Aldo, quien por izquierda entró al área para cruzar su disparo, al minuto 78.
Monterrey se fue con todo al frente y tuvo la última en tiempo de compensación en una mala salida de Oswaldo que le dejó el balón a De Nigris.
Este último conectó un cabezazo que Sánchez aprisionó para alejar el peligro y darle a Santos ese título que en tres ocasiones seguidas le había negado, pero que hoy puede presumir a México y a todo el mundo.
El arbitraje estuvo a cargo de Roberto García, quien tuvo una labor irregular, al dejar de marcar faltas, sobre todo en contra de los locales. Amonestó a De Nigris (20) y al chileno Humberto Suazo (35) por la visita. El colombiano Quintero (89) vio cartón preventivo por los de casa.