MARIO PALAFOX
La segunda tarea pendiente quedó finiquitada. Cruz Azul dejó atrás la racha de nueve partidos sin victoria ante Santos, donde mostró una faceta diferente, no dominó el encuentro, pero enseñó que puede jugar de acuerdo al rival. Ahora esperó al rival, pero ganó.
Cruz Azul se afianzó como líder general, como la mejor ofensiva del torneo y como una de las mejores defensivas, luego de que sumó su tercer encuentro sin recibir goles.
La Máquina demostró contundencia ante un equipo que le peleó la iniciativa y que tuvo las ocasiones más claras; sin embargo, los celestes propinaron golpes mortales en los primeros minutos de cada tiempo y en los últimos segundos del partido.
El encuentro comenzó con dominio santista. Pero en la primera oportunidad que tuvo Cruz Azul de ofender llegó el tanto de la diferencia.
Maxi Biancucchi, quien fue titular en lugar de Javier Orozco, peleó un balón y cedió el esférico a Adrián Cortés, quien mandó un centro preciso para la llegada de Alejandro Vela, quien marcó su tercer tanto de la temporada y el primero del partido.
Sin embargo esto despertó el hambre goleadora de Santos, por lo que la Máquina tuvo que defender su marco, tras la habilidad de Christian Benítez y Darwin Quintero.
Arce colocó el balón en el palo al 22';, segundos antes la zaga celeste defendió lo que pudo ser el empate tras tapar dos disparos en el área.
La jugada de mayor peligro llegó al 25';, cuando Darwin y Benítez hicieron una pared, que dejó mano a mano al colombiano con Jesús Corona, quien dio un manotazo para salvar su marco y demostrar que otra vez es el mejor arquero del futbol mexicano.
Meza tuvo que reaccionar y metió a Orozco en lugar de Maxi. Lo que ayudó a nivelar el encuentro.
En el segundo tiempo, Cruz Azul volvió a asestar un golpe en el 47';, luego de que Horacio Cervantes metió su segundo gol de la temporada con un cabeza tras un tiro de esquina. El partido estaba claro: Santos atacaría y Cruz Azul esperaría para contragolpear. Romano metió todo su arsenal: Pony Ruiz, Oribe Peralta y Daniel Ludueña; pero el trabajo del novato Néstor Araujo fue sobresaliente, además de las intervenciones de Corona.
Cuando el encuentro parecía que no tendría más emociones apareció el Chaco, quien tuvo más acciones a la defensiva, pero en el 89'; recibió un balón a las afueras del área, con una finta se quitó a dos hombres y se quedó mano a mano con Oswaldo Sánchez, a quien venció sutilmente.
La alegría en el Azul se desbordó. Esta temporada ya se han roto dos rachas negativas y ahora falta la última y la más importante: el título. Por lo pronto la afición festeja y conforme avanza la temporada su ilusión crece.
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