MARIO HERNÁNDEZ
"Equipo que estrena técnico gana" es una frase añeja que cobra fuerza con el alto porcentaje de victorias que suelen obtener los timoneles que llegan a salvar el barco en pleno naufragio; el húngaro Arpad Fekete es el personaje más memorable en esta clase de gestas.
Sin embargo, en este torneo para Santos dicho enunciado se impregnó de subjetividad, pues desde que llegó el argentino Diego Cocca al banquillo del cuadro de La Comarca, éste tiene cinco derrotas consecutivas, dos ante Cruz Azul en Cuartos de Final de la Concacaf Liga de Campeones, que le costaron la eliminación de la justa regional, y tres en la Liga, ante Necaxa, América y Toluca.
Esta pésima racha que vive el timonel pampero ya igualó la de su compatriota Óscar Ruggeri, quien arribó en la Jornada 6 del Clausura 2003 sustituyendo en el cargo a Francisco Chávez en los Tecos y, tras cinco encuentro dirigidos, acumuló sólo derrotas antes de ser relevado por el mexicano Alberto Guerra.
Así que con un descalabro más, Cocca impondría una marca negativa en el futbol mexicano desde el Invierno 96, considerando únicamente a timoneles que arriban con la misión de revertir la crisis futbolística y de resultados con el torneo en curso.