EDUARDO SOLÍS
Jaguares de Chiapas cortó su mala racha este sábado, en una fría tarde chiapaneco que vio a los felinos sumar su segundo triunfo del torneo, quizá no con su mejor futbol, pero si con esa pegada que tanto extrañaron en sus últimos compromisos y que hoy les dieron el triunfo tres goles a cero.
Fueron 278 minutos los que Jaguares de Chiapas no pudo hacer lucir su ofensiva, que en el papel luce poderosa, pero que no había encontrado la portería rival y lo hizo cuando se encontraron dos de ellos, Espinoza centró donde Rey controló, dentro del área, fintó que se perfilaba a su derecha para recortar y ponerle medio gol a Jackson Martínez; estalló el grito.
Querétaro enseñó rasgos de aquel equipo que llegó lejos en la Liguilla; Cardozo preparó a su equipo para tener el balón y buscar la portería rival, lo que Jaguares consintió y buscó aprovechar a momentos con latigazos que no encontraban buen fin.
La sacudida que tuvo Cruz en su alineación, mandando a la banca a los inamovibles y dándole oportunidad a Luis Miguel Noriega, a quien le costó tomarle el ritmo a un equipo que suele ser rápido con la pelota y preciso sin ella en los recorridos. Espinoza también regresó a una posición que no desconoce y en la que tendrá que habituarse de a poco.
Gallos se la puso difícil a Jaguares, que encontró en el silbatazo del medio tiempo un respiro, algo poco común en el Reyna en los últimos años.
El visitante salió con ganas de emparejar los cartones, sin suerte y desconcentrado, German Alemano dejó con 10 a los de Cardozo a ver la roja por una dura entrada a Corral y a partir de ahí fueron minutos de mucha suerte, pues entre los postes y Liborio, evitaron que Jaguares pudiera ampliar el marcador, lo que Cardozo detectó y de inmediato ajustó.
Comenzó el ajedrez y Cruz también modificó buscando decretar el triunfo y tuvo mejores opciones, explotando la banda derecha con George Corral, pero desperdiciando frente a la portería, mientras que Gallos los ponía a sufrir con menos hombres en la cancha.
Aquella frase sobre el balón, en el que afirma que termina metiéndose a la portería más cercana se cumplió en Chiapas, tanto intentó que en una jugada de riñones, Jackson Martínez provocó un rebote que terminó en inmejorable posición para que Franco Arizala pusiera el segundo de la noche, confirmando así que, sin hacer su mejor futbol, Jaguares tuvo esa pegada que le faltó en juegos anteriores, que corresponde a su nómina.
La cereza en el pastel fue el tercero, con muchas concesiones defensivas, entre Andrade, Espinoza y Jackson cerraron la noche en el Reyna, Jaguares se sacude algo de presión, Querétaro de vuelta con los fantasmas del descenso rondando.