Pese a estar suspendido por la Federación Mexicana de Futbol hasta el próximo 20 de septiembre, Fidel Kuri Grajales, propietario de Veracruz, asistió a la reunión de dueños en las instalaciones del organismo rector del balompié nacional.
“Se sanciona al Sr. Fidel Kuri Grajales con un año de suspensión adicional a la sanción de ocho meses de suspensión que se encuentra cumpliendo, por lo que no podrá realizar actividad alguna relacionada al futbol federado, por lo que el periodo de suspensión se amplia hasta el 20 de septiembre de 2018 y una multa económica”, fue el comunicado que lanzó la Comisión Disciplinaria.
Inicialmente el presidente de Veracruz fue suspendido durante un año por agredir a Edgardo Codesal en 2016, quien fungía como director técnico de la Comisión de Arbitraje. Posteriormente a esa sanción se le sumó una más de ocho meses por un incidente con un reportero en Puebla.
El último castigo recibido por el mandamás de los tiburones tuvo lugar en el Clausura 2017, cuando a sabiendas de que no podía realizar actividad alguna en el balompié federado bajó a la cancha para celebrar que su equipo había logrado la permanencia, por lo que se le agregó un año más de suspensión.
Kuri Grajales llegó a la asamblea acompañado de su hijo Fidel Kuri Mustieles, quien está habilitado para tomar decisiones en representación de su escuadra.