De cara al Apertura 2018, Pumas no podrá contar con dos jugadores que, por su calidad dentro de la cancha, eran los referentes del equipo, y es que Nicolás Castillo y Jesús Gallardo fueron vendidos al Benfica y Monterrey, respectivamente.
En la era de Rodrigo Ares de Parga como presidente del club no se ha tenido fortuna en el tema de la elección de futbolistas para reforzar al club, ya que cada vez que los universitarios incorporan jugadores para reemplazar las salidas de sus figuras, éstos no tuvieron el desempeño esperado.
Matías Britos, Darío Verón, Luis Fuentes e Ismael Sosa abandonaron la institución como referentes del equipo, pero los fichajes que realizaron los del Pedregal no pudieron cubrir sus bajas. Britos y Verón dejaron a Pumas en el A2017 dejando un hueco en las zonas del campo donde se desempeñaban.
Los auriazules ficharon a Joffre Guerrón para suplir al ariete uruguayo, pero el ecuatoriano decepcionó con su bajo rendimiento; en tanto, Luis Quintana tomó la defensa central, pero le costó tomar el nivel óptimo.
Para el C2017, portando el gafete de capitán, Luis Fuentes se fue del club, situación que complicó al equipo porque la lateral izquierda quedó debilitada; Alan Mendoza tomó esa posición, pero pese a tener muchos minutos no ha podido convencer con sus actuaciones para ser un titular indiscutible.
El primer caso fue el de Ismael Sosa, quien fue vendido a Tigres en el Apertura 2016; Pablo Barrera llegó para reemplazarlo y consiguió cinco anotaciones.