Ivo Basay, exdelantero del Necaxa, fue un puño apretado que iba de arriba a abajo en su viaje interminable hacia el festejo. Una bicicleta salpicada de gambeta con las espinillas protegidas con cartón.
Ivo nunca usó espinilleras, porque su ligera manera de tratarse no requería intermediarios entre el golpe y el dolor. Fue 99 veces un grito rojiblanco de celebración. Basay fue también la contundencia con pies de marioneta flaca. Delgadamente mortal.
Hace 21 años marcó su último gol con el Necaxa. Lo hizo en la Final contra Cruz Azul, en la campaña 94-95. Cuando salió galopando hacia la banca fue la última vez que se le vio con la playera rojiblanca. Aquel 4 de junio de 1995, hizo un gol de rayo como preludio del trueno que resonaría.
Los Rayos regresan a Primera División contra La Máquina, porque al destino le gustan las coincidencias y los recuerdos. En charla con RÉCORD, Ivo volvió al Estadio Azteca con la memoria.
¿Contra Cruz Azul, en la Final, fue el gol de tu vida?
Fue el gol de mi carrera. Debe ser el más importante por el tema de haber ganado un campeonato. Debe ser de los recuerdos más importantes de mi carrera, por el hecho de que Necaxa no salía Campeón hacía 54 años. Pude lograr todo con un equipo. Fueron cuatro o cinco años para llevarlo hacia donde se situó.
¿Cómo recuerdas aquella postal del gol?
Era una jugada muy típica, con el Beto, con Alex, que filtraban las pelotas con ventaja. El giro era más o menos normal. A mí se me hacía muy fácil ese tipo de jugadas. Cuando entró la pelota se desató la locura por el significado, por los años sin título.
Después, Necaxa fue el club de la década de los 90…
Se da muy poco que un equipo gane la Concacaf, la Copa, la Liga y el Campeón de Campeones. Recibimos esa Copa sin jugarla. Fueron cuatro campeonatos existentes y las vitrinas se llenaron.
¿Volverías como entrenador?
Cualquiera que ha jugado en el Necaxa y después de los momentos, siempre es un sueño por cumplir. Es una etapa que me gustaría cumplir.
Vuelve el Necaxa y Basay sigue anotando los goles en el campo de la nostalgia.
