Uno de los episodios más desagradables entre Pumas y Necaxa se dio el 21 de mayo del 2000, en la Vuelta de los Cuartos de Final del torneo de Verano de ese año.
En la Ida, Pumas ganó 3-4 y en Ciudad Universitaria redondeó su pase a Semifinales, ya que metió dos goles más; sin embargo, lo más recordado es que los elementos de los Rayos de aquel partido, entre los que estuvo Alex Aguinaga, fueron “secuestrados” unos momentos por la afición felina.
“Qué cosa. Fue terrible, eso es, fue una falta de respeto. Te agreden, dañaron el camión, rompieron el aire acondicionado. Estábamos llegando a CU, el estadio estaba a pocos metros y detuvieron a la patrulla que nos llevaba, era un ‘vochito’ de seguridad, los aficionados de Pumas lo detuvieron y obviamente el autobús ya no se pudo mover; rompieron el aire y el calor del mediodía era impresionante, no había ventanas que se pudieran abrir.
“Estuvimos ahí como una hora esperando a la policía, pero no podía entrar. Fue muy duro y triste porque estábamos secuestrados en el propio camión”, dijo.
El exdelantero ecuatoriano calificó como triste aquel momento que vivió en CU, ya que indicó que la pasión le ganó a la afición, cuando sólo era un juego.
“Fue muy triste. Fue en la UNAM y por ser autónoma creo que no puede entrar la policía, es un lugar donde digamos existe su propia ley y tendría que haber respeto por la integridad de todos.
“Nosotros fuimos agredidos. Íbamos a jugar la Liguilla, pero era sólo un partido de futbol y la gente a veces considera que es algo de vida o muerte y no es así”.
