Sin conocerlo ni tener conocimiento de su amor por la tauromaquía, el torero Jerónimo Aguilar brindó la muerte de uno de sus 'enemigos' a Pedro Caixinha en la Plaza México hace algunos días, como parte de la octava corrida de la temporada grande.
Tras lo sucedido, Jerónimo está ahora convencido de que si el timonel celeste logra infundir el carácter de un forcado a Cruz Azul, el equipo de toda su vida, entonces La Máquina podrá conseguir cosas importantes.
“Si Caixinha logra inyectar esa raza que tienen los forcados y que se tiene en la fiesta brava a los jugadores, yo creo que Cruz Azul puede hacer un muy buen papel este año. Por eso y por las nuevas contrataciones que se hicieron le veo buen futuro a esta temporada. Es la ilusión de toda la afición de La Máquina”.
“Siempre hay fe e ilusión en Cruz Azul. Es como con los toros, a veces no sabes bien lo que está pensando o las maniobras que hace el técnico con los jugadores, pero yo creo que, por lo que he sabido de Caixinha, y por conocer la personalidad de un forcado, es un hombre de raza que le vendrá bien al equipo”, reveló a RÉCORD el torero de 40 años, quien espera que aquella dedicación hecha a Caixinha, se pueda convertir en un buen augurio para el cuadro celeste
“A Caixinha no lo conocía. Inclusive cuando me dijeron que estaba en la Plaza (México), en el callejón, me sorprendió. Después me enteré que es muy aficionado a la fiesta brava y que incluso él y su papá fueron forcados en Portugal”.
“Me dio gusto que la faena fue muy buena para que él también tuviera una buena sensación y que fuera agradable el momento. Creo que se logró, él salió muy contento, fue una buena faena de mi parte. Espero que sea un buen augurio. Yo creo que el brindar a un toro y dedicar una faena se hace con mucho cariño y con mucho corazón. Esperemos que le lleve algo de buena suerte a él y al equipo”, concluyó Aguilar.
Pese a ser un amante del toreo, Aguilar tiene un pasado estrechamente relacionado con el futbol, pues durante varios años, el ahora torero combinó su principal pasión con el balompié, todo gracias al amor que su padre le inculcó por Cruz Azul.
“Mi afición por Cruz Azul nace desde niño porque mi papá siempre le ha ido al Cruz Azul. Somos siete hermanos, vivimos en Puebla, hay unos que le van a La Franja pero la mayoría siempre por mi papá le fuimos al Cruz Azul, así que desde niño he sido de La Máquina. De niño y joven jugué mucho futbol, inclusive ya siendo matador también estaba en torneos jugando. Siempre me ha gustado. Me fui apartando un poco por la misma profesión de tener que salir y torear pero el gusto y la afición al futbol siempre la he tenido”, aseveró.
