Hace 15 años, en marzo de 2003, Cruz Azul tomó una de las decisiones más inesperadas en la historia del futbol mexicano: rescindir el contrato de toda su plantilla debido a los malos resultados del equipo.
Luego de una crisis arrastrada durante cuatro meses, el presidente del equipo, Guillermo Álvarez, optó por terminar con los acuerdos de todo el plantel celeste durante el Clausura 2003 con la opción de volver a negociar pero con nuevas condiciones. Al final, fueron once jugadores los que aceptaron la rescisión e indemnización. Así, La Máquina disputó su encuentro más cercano, contra Pumas, con el talento juvenil que poseía.
“Lo que más recuerdo es la oportunidad que nos dieron a los chavos, porque como jóvenes no estábamos muy enterados de lo que pasaba, no supimos muy bien lo que pasó; nosotros lo que queríamos era jugar y estuvimos agradecidos con la oportunidad”, reveló Juan Carlos Cacho a RÉCORD, quien formó parte de dicho plantel.
De tal forma, en un encuentro protagonizado por jóvenes en la Jornada 10 de tal torneo, Cruz Azul se impuso al conjunto universitario por 2-0 con dos tantos de penalti del mismo Cacho, quien reconoció la incertidumbre y nervios que provocó tal situación.
“Me acuerdo que teníamos esa incertidumbre de qué iba a pasar con los compañeros a los que le rescindieron el contrato. Pero por otro lado estábamos contentos de que se nos tomara en cuenta a los chavos y que así el profe (Enrique) Meza se la quisiera jugar.
“Como joven, los nervios estaban al por mayor, pero respondimos bien. Fue un partido que ganamos 2-0 con dos penaltis, me tocó cobrarlos a mí pero ese día todos los jóvenes demostramos que ahí estábamos, alzamos la mano y transmitimos que cuando se pudiera confiar en nosotros íbamos a responder”, sentenció el exdelantero celeste.