Su llegada a Chivas significó una vuelta de 180 grados a su vida, pues Dieter Villalpando señaló que hace un par de años ningún club de la Liga MX lo quería contratar y en este tiempo demostró que con trabajo y dedicación se ganó un lugar en el club más mexicano.
"Ahora estoy en Chivas cuando hace dos años ningún equipo me quería y ahora estoy en el mejor equipo de México. Tengo una segunda oportunidad porque ningún equipo me quería", expresó en entrevista con TDN.
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Y es que el inicio en el futbol profesional fue muy difícil para el oriundo de la Ciudad de México; su comportamiento rebelde le causó graves problemas en sus primeros equipos, pero en la religión encontró el camino para trascender.
"Todos hablan de mi pasado, era rebelde, me gustaba contestarle a los profes, no me gustaba que me dijeran como hacer las cosas, tenía problemas extra cancha, no tengo por qué esconderlo, eso queda en el pasado, gracias a Dios conocí a Cristo y ya soy una mejor persona".
Incluso, Dieter Villalpando señaló que uno de los que lo impulsó a ser mejor persona fue José Saturnino Cardozo, durante su paso en Jaguares de Chiapas, en el Apertura 2016.
"De hecho Cardozo fue quien me llevó a Jaguares y ahí decidí cambiar mi vida poco a poco. No es fácil cambiar de un día a otro, fue un proceso'.
Pero este cambio no fue solo en el ambiente futbolístico, sino que a nivel familiar también logró fortalecer su compromiso.
"Ahora con mi cambio de vida, me dedico a mi familia, me dedico a entrenar, a mi equipo, yo creo que por eso ahora soy más maduro, muchos de mis compañeros no creían que estaba así ahora, la verdad que me he ido acostumbrando a la persona que soy ahora, no tengo nada que ver con lo que era antes, nunca es tarde para cambiar, es cuando uno se lo proponga, si uno no tiene a Dios, es muy difícil cambiar ahí es donde pude transformar mi vida", añadió.