Hace casi 11 años, el camión de Chivas fue cobijado por un manto celestial, mientras viajaba del hotel de concentración al Estadio Nemesio Díez, donde se jugaría la Final de Vuelta entre el Toluca y el Guadalajara. Adolfo Bautista escuchaba música, como normalmente lo hacía, hasta que sucedió algo inexplicable...
Aquel día memorable para el Rebaño, el ‘Bofo’ se durmió repentinamente y tuvo un diálogo casi cósmico con su madre, María Cristina Herrera, quien había fallecido algunos meses antes. Bautista cuenta, a detalle a RÉCORD, la historia de un gol terrenal, anotado desde el cielo.
¿Cómo fue aquella experiencia de la Final contra el Toluca?
“Un recuerdo bonito y a la vez triste, porque a principios de ese año falleció mi mamá. Algo curioso fue que cuando llegamos a la Final, en el transcurso del hotel a la Bombonera, normalmente iba escuchando música, le marcaba a mi papá, a mi novia; ese día me quedé dormido y soñé con mi mamá, me conecté con ella, en la plática me decía que disfrutara de lo que hacía, que ella estaba feliz por lo que estaba haciendo, que me deseaba lo máximo para quedar campeón, que ese título se lo dedicara a ella”.
¿Cuánto tiempo duró aquella comunicación?
“Fueron como segundos que me quedé dormido platicando. Llegando al estadio yo seguía dormido, me tuvieron que despertar los compañeros para ya bajarnos. Fue como una energía positiva, desde que bajé andaba con mucho ánimo, quería que empezara ya el partido”.
¿Has vuelto a soñar con tu madre, has tenido estas conexiones posteriores después de aquel día de la Final?
“Fíjate que no, fue algo especial. Yo sé que muchos a lo mejor sueñan muy seguido a sus seres queridos que se han ido. Yo nada más esa vez, no sé qué me pasó, me quedé dormido en el camión y me conecté con ella; hasta la fecha no he vuelto a tener otra conexión o soñado con ella”.
Fue un gol que anotaste con los pies, pero tiró ella con el alma desde el cielo…
“Yo pienso que fue eso, mi ángel me ayudó a conseguirlo y a darle una gran satisfacción a toda la afición. Ella sabía que yo soy chiva de nacimiento y lo que más deseaba era quedar campeón en ese equipo tan querido, que hasta la fecha lo sigo apoyando en las buenas y en las malas”.
¿A tu mamá le gustaba el futbol, te acompañaba a los estadios, le gustaba la pelota?
“Sí, a ella le encantaba el futbol, más cuando me vengo a vivir a Guadalajara, me la traje, ella me siguió, iba a todos los partidos, los vivía intensamente también, por eso ella sabía del amor de la camiseta que tenía”.
Después la recordabas con dedicatorias en los zapatos y en las playeras…
“Sí, fue algo que se me ocurrió. Incluso en las playeras ponía dos alas, como mi ángel, también en los zapatos ponía la leyenda ‘Mi ángel’, con dos alitas, porque yo sabía que se me había ido, pero ella estaba atrás de mí, como un ángel, protegiéndome y ayudándome a salir campeón”.
Y le cumpliste con el título con aquel gol decisivo, ¿cómo lo recuerdas?
“Fue una jugada que empieza de media cancha, se la filtro al ‘Venado’, le quedó un poco larga, sabía que la iba a parar y la iba a centrar, seguí la jugada, me la toca hacia atrás; sin pensarla le pegué de zurda. Fue muy especial para mí, por lo que significaba. Cuando lo anoto, me hinco y dedicándoselo a mi mamá se me salen las lágrimas. Le dije: ahí está, te lo dedico”.
Fue un momento lleno de emotividad…
“Es una experiencia inolvidable, a la fecha mucha gente recuerda ese momento. Cuando uno pierde un ser querido, mucha gente me habló, me escribió y lo recuerdan con gran cariño. Hasta la fecha lo sigo recordando, se me enchina la piel y te dan ganas de llorar”.
Con este futbol que le observas a Chivas, ¿le alcanza para repetir aquella hazaña?
“Si juegan así, va a estar muy complicado. Tienen jugadores que pueden marcar diferencia, siempre y cuando estés atacando al rival. Si te meten gol de visita, cuenta doble”.