futbol.futbol_nacional.liga_mx.america.quintero-no-podra-jugar-fuera-de-america-en-liga-mx

Quintero no podrá jugar fuera de América en Liga MX

Quintero, en un partido del América
Quintero, en un partido del América | IMAGO7
El atacante colombiano tiene dos opciones: jugar en el extranjero o permanecer en Coapa
2016-12-30 | ZARITZI SOSA
e.maya
Comparte en:

El reloj de arena se agotó y la oportunidad de Darwin Quintero para jugar en otro club mexicano el semestre entrante se ha esfumado junto con los minutos transcurridos.

Pese a que América y Tigres tuvieron una prórroga para registrar jugadores hasta el 29 de diciembre por haber sido finalistas del torneo pasado, se agregó un día más para aquellos que se dejaron en depósito en caso de que este viernes pudieran haber concluido un traspaso a otro club de la Liga MX.

Sin embargo, el atacante colombiano no encontró acomodo en otra escuadra del balompié azteca y ahora solo tiene dos opciones: negociar con un club del extranjero su salida del cuadro emplumado o quedarse en Coapa, al menos, durante seis meses, en lo que negocia su salida en el mercado de verano.

El intercambio de jugadores entre Xolos de Tijuana y América, que incluía a Darwin Quintero y Avilés Hurtado, al final no pudo llevarse a cabo ya que el jugador de la frontera se negó en todo momento a vestir la casaca azulcrema y en el Nido no tuvieron paciencia y rompieron con lo que se tenía pactado.

Debido a la inesperada noticia de que fue colocado en la lista de transferibles tras la Final del Apertura 2016, el panorama de Quintero se complicó para encontrar un equipo mexicano dispuesto a pagar su alto costo y elevado salario.

El principal deseo de las Águilas es vender al delantero sudamericano en una cifra cercana a los ocho millones de dólares, para así poder recuperar la inversión de 13 millones de dólares que hicieron en 2014, para que se estrenara en el torneo Clausura 2015 como nuevo azulcrema, proveniente de Santos Laguna.

Cabe aclarar que Darwin es el fichaje más elevado de América bajo la dirección de Ricardo Peláez, y uno de los más altos en la historia del conjunto de la capital mexicana.