El futbol le hizo justicia a Michael Arroyo: el atacante de las Águilas se suma de nuevo a las convocatorias de Ricardo La Volpe y buscará ser la pieza clave del Clásico Nacional.
“Estoy muy contento de volver, de estar ahí (con el primer equipo), saben que es mi pasión, que siempre me gusta estar ahí, aunque sea suplente o no, para defender los colores del América, estoy contento y tranquilo, esperando que se venga ese bonito partido”, habló en exclusiva con RÉCORD el atacante ecuatoriano.
Arroyo no pudo ocultar su alegría de regresar a jugar en el Máximo Circuito, después de no hacerlo desde la Jornada 3 por la falta de oportunidades o la lesión que sufrió, pero sabe que éste es el duelo donde puede marcar la diferencia con goles y actitud.
“Estoy muy agradecido por el apoyo que me brinda la afición, cuando he entrado le doy gracias a Dios que me ha permitido marcar en partidos tan importantes y espero en el Clásico, que es un partido tan importante, si me toca jugar hacerlo de la mejor manera y si me toca marcar, muchísimo mejor, sabiendo que será un partido muy difícil por lo que representan los Clásicos”, indicó el sudamericano.
El jugador de la elástica ‘11’ del conjunto azulcrema aceptó que deben respaldar la continuidad del técnico con buenos resultados, por lo que los jugadores tendrán que demostrar el amor por la camiseta frente el odiado rival, Chivas.
“El apoyo es mutuo, el técnico necesita de nuestro apoyo, así como los jugadores necesitan confianza del técnico, creo que cuando se comienza de esta manera siempre va a haber especulaciones, siempre habrá malestar y los únicos que pueden respaldar al cuerpo técnico somos nosotros los jugadores sacando buenos resultados, dejando todo en la cancha, demostrando el porqué estamos acá, sin duda este equipo tiene jugadores de mucho carácter y de mucha jerarquía que van a sacar adelante al América y lo pondrán en el lugar en el que tiene que estar”, determinó el jugador de las Águilas de cara al duelo contra el Rebaño Sagrado, donde intentará que su equipo retome el rumbo.