La llegada del América a Guadalajara fue caótica. Tras unas horas de retraso, las Águilas arribaron a su hotel de concentración donde algunos jugadores se llevaron algunos ‘sustos’ donde inclusive por poco pierden sus pertenencias.
Pese a que se esperaba que el vuelo que transportó al conjunto de Coapa llegara a la Perla de Occidente alrededor de las 17:00 horas, un problema de la aerolínea retrasó el despegue.
Cerca de 150 personas arribaron al hotel de concentración para recibir a los azulcremas con banderas y cánticos, los cuales no se apagaron pese a la extensa espera.
El equipo llegó alrededor de las 20:00 hrs., donde el camión ingresó para que los futbolistas pudieran salir lo más cerca posible de la puerta, pero la euforia de los aficionados provocó que la bajada de los jugadores fuera una odisea.
Debido a las muestras de cariño de los seguidores de las Águilas, varios jugadores salieron con rostros de incredulidad, aunque los ánimos se calentaron ligeramente cuando algunos seguidores lograron tener contacto físico con los futbolistas, que tuvieron que empujar a los fanáticos para poder llegar al hotel, tal fue el caso de Cecilio Domínguez.
Otro que levantó gran bullicio fue Mateus Uribe, quien en cuanto puso un pie fuera del camión fue objeto de empujones e inclusive de que le intentaran quitar la mochila que llevaba consigo.
En cuanto el equipo estuvo dentro del hotel, la gente de seguridad cerró las puertas, con lo que la mayoría de los aficionados se marcharon del lugar, aunque unos otros permanecieron fuera de la entrada esperando poder ver de lejos a sus ídolos.