Pocas veces el Estadio Azteca vive una fiesta como en el Clásico Nacional, que por primera vez después de mucho tiempo tiene sus gradas abarrotadas por los aficionados de ambos equipos.
Chivas logró llenar la cabecera sur toda de rojiblanco, siendo una mayoría en el inmueble, ya que el resto de las gradas se podía ver pintada de ambos colores, pero parecía ligeramente mayor el porcentaje de los seguidores del Rebaño.
Una fiesta que se vive en paz, muchas familias que tienen aficionados tanto Águilas como Chivas y llegaron juntos al estadio para presenciar uno de los encuentros más esperados en el semestre.
Además de que después de tanto tiempo, el Azteca lució casi al 95 por ciento de su capacidad, con boletos que iban desde 250 hasta 800 pesos el más elevado.