Los aficionados del León abandonaron el Estadio Azteca sin incidentes.
Los fanáticos salieron del inmueble escoltados por policías del Distrito Federal, abordaron los autobuses y se regresaron a su ciudad.
La policía del Distrito Federal montó un operativo con granaderos, además de oficiales en caballos, y creó una valla que separó a los fanáticos del León y el América. Solo hubo algunos intercambios de insultos pero los agentes evitaron que se pelearan.
Después de que el León ganó el título del Apertura 2013 de la Liga MX, los fanáticos del León se esperaron a que su equipo festejara el título y después salieron del estadio.