MARIO PALAFOX
Eugenio Olvera, asesor legal del Consejo de Administración disidente, afirmó que el principal
problema de la cesión de la marca es que no se conoce a los dueños o socios y sólo aparece el
nombre del ingeniero Raúl Antonio Enríquez.
"Aparece en el registro público de la propiedad y el comercio un contrato firmado por Guillermo Álvarez Cuevas, con fecha de 1 de diciembre de 2011, en donde cede en propiedad todos los derechos y la marca Cruz Azul, quien aparece del otro lado es el ingeniero Raúl Antonio Enríquez López, sedicente del presidente del Consejo de Vigilancia, pero esta persona está suspendida”, expresó el abogado.
"Él aparece como representante de una sociedad nueva, en la cual se desconocen sus accionistas y funcionarios, se les quita de un plumazo la parte deportiva, social y cultural que tenía 84 años de historia”, agregó el integrante del consejo de administración, quien advirtió también sobre el peligro que podría traer esta cesión, al tratarse de un activo con mucho valor monetario.
"Además, lo más grave son las consecuencias de este acto, que es otorgarle un activo propiedad de la cooperativa, que incluso personas encargadas de la explotación de las marcas, se puede tasar por arriba del valor de la cooperativa, es un valor intrínseco y es una marca representativa que tiene que ver con el cemento, con el equipo y las instalaciones de la cooperativa”, concluyó Olvera.
Preocupa a los disidentes no conocer al nuevo dueño de la marca
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CÉSAR VICUÑA
| 24 Feb, 2012